Rennes, la capital bretona, es una ciudad con múltiples facetas que lo seducirá con su autenticidad y dinamismo. Situada a solo 1h25 en tren desde París gracias a la línea de alta velocidad (LGV), constituye una puerta de entrada ideal para explorar Bretaña. Pero antes de precipitarse hacia la costa, tómese el tiempo para descubrir esta ciudad que combina armoniosamente un rico pasado histórico con una efervescencia cultural contemporánea.
Un centro histórico a escala humana
Una de las primeras cosas que llama la atención en Rennes es la diversidad arquitectónica. Al pasear por las calles empedradas del centro histórico, se encontrará con magníficas casas de entramado de madera que datan de la Edad Media y el Renacimiento. Alrededor de la plaza des Lices, que acoge el famoso mercado los sábados por la mañana, podrá admirar mansiones particulares erigidas por los parlamentarios bretones en el siglo XVII. No muy lejos, el Parlamento de Bretaña, recientemente restaurado, es una visita obligada. Este monumento simbólico es el guardián de la memoria bretona, y debe visitarse con un guía para captar toda su riqueza.
Una naturaleza omnipresente
Si bien Rennes es una ciudad histórica, también seduce por sus numerosos espacios verdes. El Parque Thabor, una auténtica joya de la ciudad, es un lugar de paseo tranquilo con sus jardines de estilo francés, su rosaleda e incluso una pajarera. Menos conocido pero igualmente encantador, el Parque Oberthür ofrece un entorno íntimo para relajarse, lejos del ajetreo urbano.
Para un paseo más original, siga las orillas del río Vilaine en bote eléctrico o kayak. Este río atraviesa Rennes y revela perspectivas inusuales de la ciudad, lejos de los caminos tradicionales. Para los más deportistas, una red de carriles bici permite recorrer la ciudad con total libertad, desde sus barrios históricos hasta los más contemporáneos.
La efervescencia cultural de Rennes
Rennes es indudablemente una ciudad de cultura. Si es amante del arte contemporáneo, no se pierda el FRAC Bretaña, uno de los cinco Fondos Regionales de Arte Contemporáneo de Francia. El Museo de Bellas Artes también merece una visita, con su variada colección que va desde Rubens hasta La Tour. Pero uno de los espacios culturales más sorprendentes es sin duda Les Champs Libres, un edificio diseñado por Christian de Portzamparc que alberga un museo, una biblioteca y un espacio de ciencias.
Un calendario de eventos cargado
Rennes vibra todo el año gracias a una rica programación de festivales y eventos. El más famoso de ellos es sin duda el Trans Musicales, un festival de música famoso por descubrir los talentos del mañana. En diciembre, la ciudad se llena de miles de espectadores de toda Europa que vienen a conocer artistas emergentes.
El Festival Mythos, en primavera, celebra el arte de la palabra con espectáculos, cuentos y actuaciones teatrales. Si prefiere la danza y el teatro, el Théâtre National de Bretagne (TNB) le ofrecerá una programación internacional.
Una gastronomía para descubrir
Bretaña es conocida por su gastronomía, y Rennes no es la excepción. No puede dejar la ciudad sin probar una galette-saucisse, una auténtica institución local. Para una pausa gourmet más sofisticada, las creperías renesas como Crêperie Saint-Georges o La Rozell le harán descubrir todas las variaciones posibles de esta especialidad bretona.
Rennes también se afirma como una capital gastronómica en plena efervescencia. Algunos restaurantes como Le Galopin o Le Coq-Gadby ofrecen una cocina refinada que resalta los productos de la región. Los amantes de los productos locales también estarán encantados de descubrir el mercado de la plaza des Lices, donde se pueden degustar ostras frescas, rilletes de caballa y mucho más.
El encanto de las calles comerciales
Para los amantes de las compras, Rennes no los decepcionará. El centro de la ciudad está lleno de pequeñas boutiques de diseñadores y tiendas de concepto. La rue Le Bastard y los alrededores del Mail François Mitterrand son perfectos para una sesión de escaparate entre dos visitas culturales.
A las puertas de Bretaña
Rennes es también un excelente punto de partida para explorar la región. A menos de una hora en coche, puede llegar a Saint-Malo, la ciudad corsaria con sus murallas y playas. El Mont-Saint-Michel, uno de los sitios más visitados de Francia, está a solo dos horas de la ciudad. Y para una escapada más verde, el bosque de Brocéliande, cuna de las leyendas artúricas, le invita a soñar.
Un destino que no se puede perder
Rennes es mucho más que una simple parada en el camino hacia las playas bretonas. Es una ciudad donde es agradable pasear, maravillarse y saborear los placeres de la vida bretona. Su dinamismo, su rico patrimonio y su escena cultural la convierten en un destino ideal para un fin de semana o una escapada corta. Ya sea que venga por su historia, sus festivales o su gastronomía, Rennes sabrá darle la bienvenida y sorprenderlo.
En este sitio, también le revelaremos nuestras mejores direcciones de hoteles en Rennes, donde se combinan comodidad, autenticidad y una ubicación ideal para hacer de su estancia una experiencia inolvidable.