6 Place De La Gare, 35000 Rennes
Desde su llegada a Rennes, el hotel Kyriad Rennes Centre Gare se impone por su accesibilidad inmediata. Simplemente cruzando la calle desde la estación de tren SNCF, encontrará una fachada discreta, detrás de la cual se abre un lugar que combina comodidad, originalidad y un espíritu contemporáneo. La ubicación facilita los desplazamientos, ya sea para una cita profesional, una escala entre dos trenes o una estancia para descubrir la capital bretona a pie.
Lo que distingue a este hotel es, sin duda, su universo. Cada habitación se inspira en una película emblemática, y todo el establecimiento rinde homenaje al cine sin caer en la caricatura. Puede pasar una noche junto a James Bond, Harry Potter o en el universo de Star Wars, en un ambiente lúdico pero sobrio. Esta singularidad ofrece un toque de fantasía discreta, que aporta un matiz especial a su estancia.
Las 47 habitaciones distribuidas en seis niveles han sido diseñadas para ofrecer una auténtica comodidad, integrando detalles cuidadosos. La cama, espaciosa y envolvente, viene acompañada de almohadas de memoria de forma y un colchón cuidadosamente elegido. También encontrará un espacio de trabajo funcional, pensado para aquellos que desean avanzar en sus tareas sin sacrificar la comodidad.
Desde el momento en que abre la puerta de su habitación, la atmósfera acogedora contrasta con la agitación de la ciudad. El aire acondicionado, un eficaz aislamiento acústico y las persianas solares garantizan una tranquilidad apreciable, tanto de día como de noche. Para sus momentos de pausa, una bandeja de cortesía con hervidor, así como un minibar discreto, le permiten disfrutar de un instante de relajación a su ritmo.
El equipamiento de las habitaciones responde a las expectativas de los viajeros contemporáneos: televisor de pantalla plana con Canal+, BeIn Sports y Eurosport, caja fuerte personal, baño privado con bañera o ducha, secador de pelo y ducha tipo lluvia para quienes disfrutan las duchas envolventes. Cada detalle, aunque útil, está integrado con discreción para preservar la armonía del lugar.
El establecimiento ha sido diseñado para recibir a todo tipo de público. Dos habitaciones están adaptadas para personas con movilidad reducida, el ascensor llega a cada piso, y la recepción está disponible las 24 horas. El personal, atento pero no intrusivo, sabe estar disponible, ya sea para una información práctica o una solicitud más específica.
Por la mañana, el desayuno se convierte en un momento esperado. Ofrecido en forma de buffet en la sala, se adapta a todos los apetitos: panes variados, bollería, quesos, embutidos, frutas frescas, zumo recién exprimido, pastelería casera… El frozen yogurt, exclusividad de la cadena, seduce a los más curiosos. Para quienes prefieren la discreción de su habitación, el servicio a la habitación permite disfrutar de un desayuno continental en completa tranquilidad.
El hotel también cuenta con un salón acogedor donde relajarse, leer la prensa o disfrutar de un juego de mesa disponible. El bar, abierto hasta tarde, ofrece un ambiente sencillo y acogedor para prolongar la velada o compartir una copa entre colegas o amigos.
Aunque el hotel no dispone de aparcamiento privado, varios aparcamientos públicos se encuentran en las inmediaciones, facilitando el acceso a los viajeros motorizados. Además, la presencia de estaciones de metro, taxis, bicicletas de autoservicio y líneas de autobús a pocos pasos simplifica todos sus desplazamientos por la ciudad.
Al alojarse aquí, estará en primera fila para descubrir Rennes. El centro histórico se encuentra a pocos minutos a pie. Las casas con entramado de madera, numerosas y coloridas, jalonan las calles animadas de cafés y librerías. A menos de quince minutos a pie, llegará a la catedral de Saint-Pierre, imponente y a menudo olvidada en los circuitos clásicos, pero digna de una visita.
El parque del Thabor, verdadero tesoro de la ciudad, le espera cerca. Una mezcla sutil entre jardines a la francesa, a la inglesa y espacios botánicos, invita a pasear a cualquier hora del día. Por la mañana para un trote tranquilo, o por la tarde para descansar en un banco a la sombra de un magnolio.
A pocos pasos del hotel, el Museo de Bellas Artes presenta una colección variada, que va desde la Antigüedad hasta el arte moderno, con una puesta en valor elegante y accesible. Constituye una excelente parada cultural, al igual que el Frac Bretagne o Les Champs Libres, centro cultural contemporáneo situado muy cerca.
En cuanto a la restauración, Rennes no carece de direcciones emocionantes. Puede llegar en pocos minutos a pie a **La Saint-Georges**, por sus galettes reinventadas, o **Le Café Breton**, cálido y auténtico. Para un ambiente más urbano, **Le Globe** ofrece platos del mercado y una selección de vinos naturales en un entorno minimalista. Los amantes de las especialidades locales apreciarán **La Crêperie Ouzh-Taol**, conocida por la finura de sus productos y su acogida sin pretensiones.
Por la noche, ¿por qué no asistir a un concierto en el **Liberté**, o a una obra en el **TNB**, ambos accesibles a pie? Rennes, a menudo discreta, sorprende por su riqueza cultural y la viveza de su escena artística.
Para una escapada fuera de la ciudad, la lanzadera hacia el Mont-Saint-Michel se toma a pocos pasos del hotel. En poco más de una hora, pasará del ambiente urbano a los paisajes espectaculares de la bahía.
El Hotel Kyriad Rennes Centre Gare resulta ser una dirección equilibrada, que combina accesibilidad, comodidad y personalidad. Ya sea para una escala rápida o una estancia prolongada, todo está dispuesto para que descubra Rennes en las mejores condiciones.
Actividades
General
Servicios
Restauración
Entretenimiento
Varios
Desde 55 EUR por noche