120 Rue Eugène Pottier, 35000 Rennes
Detrás de su fachada discreta, el hotel Campanile Rennes Ouest Cleunay le reserva una acogida sincera y un confort que marca la diferencia desde el primer momento. A pocos pasos del Roazhon Park y a unos minutos del centro de la ciudad gracias a la línea de autobús 9, esta dirección combina accesibilidad y tranquilidad, ofreciendo una parada relajante tanto si está en un viaje de negocios como en una escapada bretona.
El establecimiento cuenta con unas cuarenta habitaciones, dobles o con camas individuales, pensadas para ofrecer un sueño reparador en un entorno sencillo. La ropa de cama, de gran calidad, invita a noches tranquilas, mientras que las habitaciones insonorizadas permiten desconectar con total tranquilidad. Algunos detalles, como la bandeja de cortesía o los canales Canal+ y beIN Sport, aportan ese toque extra de comodidad que se agradece tras un día activo.
Los baños, todos privados, están equipados con duchas o bañeras según la habitación, con productos esenciales a disposición. Nada es ostentoso aquí, pero todo está bien pensado para facilitar la vida cotidiana: desde un buen aislamiento hasta una iluminación sencilla, pasando por un mobiliario funcional y contemporáneo.
Por la mañana, el restaurante le recibe con un desayuno generoso, en forma de bufé o para llevar según sus preferencias. Dulce o salado, todo está previsto para empezar bien el día, servido en una sala luminosa con un ambiente acogedor o, cuando el tiempo lo permite, en la terraza rodeada de vegetación.
Al caer la noche, el restaurante ofrece una carta corta pero cuidada, destacando platos simples y sabrosos. También puede optar por una cena servida en la habitación en forma de bandeja, ideal si llega tarde o desea prolongar su momento de descanso.
Los espacios comunes incluyen un salón propicio para la relajación y una agradable terraza, que invita a sentarse con un libro o un café en los días soleados. Una sala de reuniones modular está a disposición de los viajeros de negocios, con una capacidad adecuada para seminarios o presentaciones.
El personal está disponible las 24 horas del día, y un dispensador automático de llaves permite acceder a su habitación a cualquier hora, con total autonomía. El establecimiento también dispone de habitaciones accesibles para personas con movilidad reducida, señalando una voluntad de apertura para todo tipo de público.
El estacionamiento es posible en el lugar, en un aparcamiento privado cerrado durante la noche, lo cual representa una ventaja apreciable para quienes viajan en coche. Desde el hotel, el acceso a la circunvalación permite llegar rápidamente al aeropuerto, al parque de exposiciones o a las principales vías hacia el resto de Bretaña.
Aunque el establecimiento pertenece a una cadena bien identificada, aquí se percibe un cuidado especial en la acogida y en la personalización de los servicios. Todo respira sencillez y eficacia, sin sacrificar el confort ni la atención al bienestar de los visitantes.
El ambiente general, sin ostentaciones, permite sentirse rápidamente como en casa, ya sea para una noche o para varios días. Es un lugar al que se vuelve con gusto por su facilidad de acceso, pero sobre todo por la regularidad de la experiencia: un punto de referencia fiable en el oeste de Rennes.
Rennes, a unos pocos paradas de autobús, despliega luego sus calles animadas, sus casas de entramado de madera y su rico patrimonio. Podría empezar por el casco histórico, entre la plaza des Lices y la catedral de Saint-Pierre, antes de hacer una parada en los jardines del Thabor, un verdadero remanso de vegetación apreciado por los habitantes.
El sábado por la mañana, no se pierda el mercado de las Lices, uno de los más grandes de Francia, donde los productos locales conviven con las especialidades bretonas en un ambiente lleno de color. A la hora del almuerzo, entre en el restaurante **Le Galopin**, para una cocina de temporada llena de precisión, o siéntese en **Origines**, una dirección popular por sus platos cuidados y su ambiente relajado.
Para los amantes de la cultura, el museo de Bellas Artes y los Champs Libres ofrecen exposiciones temporales y permanentes variadas, combinando arte clásico, contemporáneo e historia regional. Por la noche, una representación en la Ópera o en el TNB (Teatro Nacional de Bretaña) cerrará el día con una nota artística.
A menos de una hora en coche, Dinan o Fougères le reservan otros descubrimientos: calles medievales, fortalezas y panorámicas sobre el campo bretón. Para quienes prefieren el mar, Saint-Malo también es accesible para una escapada de un día.
El hotel Campanile Rennes Ouest Cleunay constituye así una puerta de entrada práctica hacia una ciudad dinámica y encantadora, mientras ofrece una pausa cómoda entre dos excursiones. Encontrará aquí un ambiente sencillo y acogedor, ideal para instalarse y concentrarse en lo esencial: disfrutar del momento.
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Desde 48 EUR por noche